Padres que matan por amor

“Hoy en día aquellos mitos y leyendas cobran realidad en  nuestra sociedad, siendo una cruel respuesta de los problemas propios contra los hijos”

 

Quien no ha escuchado la leyenda del “callejón del beso”, aquella que nos cuenta  sobre una joven llamada Ana,  quien estaba enamorada de Carlos un joven apuesto,  pero que no cumplía con las expectativas del padre de esta, pues  este último no estaba de acuerdo que su hija mantuviera una relación, ya que él tenía planes de casarla con un rico hacendado español, pero ellos estaban tan enamorados que Carlos compro la casa de enfrente por petición de Ana,  pues tenía un balcón que casi juntaba las casa. Así fue, al tener la casa  Carlos subió enamorado a buscar a su amada, que se encontraba en el balcón y mientras se besaban escucharon  a Brígida la dama de compañía discutir con el padre quien exigía pasar y cuando este lo logro entrar, vio tal escena que sin más  clavo una daga en el pecho de su hija, la cual murió mientras sostenía la mano de su amado.

Hoy en día esta leyenda lamentablemente aplica en muchos casos  y estos personajes irreales toman forma y nombre, al igual que el término de la acción, el cual se le nombra “filicidio”, esta es aun  una palabra muy desconocida, pero la cual refiere dar muerte  por parte de uno de los progenitores o padre leales hacia su propio  hijo.  Este tema aun sorprende demasiado a pesar de que los mexicanos estemos acostumbrados a escuchar  de asesinatos por parte de la delincuencia organizada, pero qué es lo que pasa cuando el asesino se vuelve  aquella persona que en la mayoría de los casos es tu ejemplo a seguir o a la que mas amas, es aquí la diferencia. Es por esta razón que varios psicólogos han estudiado el ¿por qué? de esta situación, pero aun no se da un panorama estable y solo se conocen algunas de las motivaciones del asesino, las cuales sitúan a la inseguridad y desconfianza como en primer lugar.

El filicidio ha estado presente desde mucho tiempo atrás, ha sido presentado en la mitología griega como Medea quien asesina a sus hijos o también ha sido citado en películas o libros, un ejemplo de ello es “Los otros” en donde tras asesinarlos, ella se suicida, pero    ¿Cuándo fue que el primer  filicidio publicado que se dio en nuestro país por primera vez?

Era una mañana soleada del 23 de Noviembre del 2006 en Nezahualcóyotl; Mónica García madre de tres hijos y casada con Gustavo Hernández salió muy temprano a su trabajo, el cual consistía en vender sopes y quesadillas cerca de su casa, esa mañana no imaginaba lo que pasaría. Gustavo era un hombre de 27 años el cual se describía por ser   desobligado, drogadicto y alcohólico desde los siete años de edad, este ya estaba fastidiado de que su esposa lo viera como una carga, pero aun más a que lo engañara fue entonces cuando se dirigió a la habitación de los niños y sin más los mato ahorcándolos, empezando con el menor él cual tenía 1 año y medio, después de eso los acostó en una cama a los tres y los rodeo de juguetes. Al llegar a la casa Mónica vio tal hecho que desvaneció en llanto y enseguida él se entrego.  

En verdad suena una historia sacada de una película de terror pero lamentablemente es lo que se vive hoy en día. La única conclusión que sacaron de este caso fue que no los mató  no porque no los amara sino para que Mónica sufriera al verlos muertos, como aquel cuento brasileño que cito uno de los investigadores en la conferencia que se dio.

“Amante de un sicario o policía judicial, una miserable mujer de las favelas relata a este matón –luego de la cópula habitual– los conflictos que tiene con una vecina. Es una maldita, le dice: me insulta, me calumnia, me ofende, me maltrata. ¿Quieres que la mate?, le pregunta el sicario, para mí no es problema. La amante le responde: Prefiero que mates a sus hijos, para que sufra la desgraciada.”

En realidad es muy fuerte ver que cada año se comete algún  filicidio en nuestro país, el cual muchas personas y más padres piensan que nunca ocurrirá una desgracia de tal magnitud en sus hogares, como fue el caso de una chica moreliana- anónima- quien pensó que nunca podría suceder algo así en su nuevo hogar.” Es un tema muy delicado y triste que no me gusta tocar”, fue la primera advertencia que recibí por parte de ella, para dar paso a las preguntas rápidas como ella las llamo.

Eran las 7 de la noche del día lunes 26 de septiembre de 2010 cuando me cito mí entrevistada en un café de las Américas para poder platicar, siempre y cuando condicionándome con dos cosas: la primera era no mencionar su nombre a pesar de que lo sabía y mucho menos la de su hijo y la segunda era mencionar la del autor del asesinato Edgardo Jurado Ojeda, así empecé mi entrevista corta y con preguntas directas.

¿Cuéntame cómo eras antes y como eres actualmente?

“Antes era una persona muy confiada tanto en mi como en los demás, también era feliz pero insegura de encontrar a un hombre el cual me ayudara a educar y formar a mi hijo, era una persona juzgada por los demás pues mi trabajo era ser edecán para un tequila conocido en Morelia, es ahí donde tu mamá me conoció y  actualmente todo cambio, ahora  mi vida dio un giro total, ya no trabajo en eso, estoy sola, soy la persona más desconfiada y a veces siento una impotencia por no haber hecho nada.”

¿Háblame de cómo conociste a Edgardo Jurado Ojeda y como era?

“Lo conocí cuando trabajaba en el restaurante, empezó a enamorarme pues a pesar de que no era guapo, sus acciones y detalles conmigo lo compensaban de cierta manera, eso fue así en un principio pero después de que nos casamos se empezó  a volver violento pues siempre me celaba hasta por estar con mi propio hijo quien era un menor de 12 años, sabía que eso estaba mal, pero yo lo quería tanto que me cegué y me volví tan idiota y mas ese día, que solo me quede viendo si  hacer nada.”

¿Cuéntame de ese día a detalle?

“El día lo recuerdo perfecto, es algo que siempre llevare conmigo desgraciadamente.  Era lunes 18 de junio del 2007, ese día llevaríamos a mi hijo a casa de mi mamá para que lo cuidara pues uno de los amigos de Edgardo lo había invitado a su rancho para ver una corrida con vaquillas, cosa que a mí, ni a mi hijo nos gustaba, pues el simple hecho de matar a los animales era algo que no; además tomaba mucho y ese era uno de los momentos cuando más me celaba. Ese día llegamos a casa tarde pues era la madrugada del martes 19 de junio, mi mamá ese día  no llevo al niño porque no le deje llave de la casa y mi hijo no tenia uniforme para ir, así que lo fue a llevar enojada por la tarde.  Mientras tanto en mi casa Edgardo no se paro todo el día hasta que ya eran las 7 pm fue cuando se dirigió al cuarto de mi hijo y me empezó a ofender diciéndome muchas groserías derivadas de prostituta, no le conteste  y le pedí a mi hijo que se encerrara y no saliera.

Salí de la su cuarto para ir al mío donde ya me esperaba enojado y muy agresivo y me dijo “Disfrutaste ser el centro de atención ayer verdad, como toda una puta así te conocí y así te morirás!”    y creo que fue la última palabra que motivo a mi hijo a salir de su cuarto para subirse a la espalda de Edgardo y él enojado lo aventó hacia mí y salió del cuarto, como  me arrepiento de no haber cerrado la puerta pues yo tonta no pensé que volvería,  fue cuando tomo un cuchillo grande de cocina y viéndome a los ojos  me arrebato a mi hijo y ya sabes lo que paso, lo único que hice fue tomar su mano mientras agonizaba, llame a emergencias desde mi celular pero ya era demasiado tarde, solo pude ver como el maldito se iba, pero gracias a Dios tiempo después lo encontraron y le hicieron justicia en la segunda instancia penal. Ahora ya no soy la misma aquel, descubrí que no ocupaba de un hombre para complementarme, pues tenía a mi hijo, si  eso lo hubiera sabido antes nada de esto habría pasado.” (Finalizo)

Como estas historias y mas son las que rodean a nuestro país y afectan directamente a nuestros niños quienes sufren las consecuencias de sus padres de sangre o padres legales, que por un arranque de furia, problemas de adiciones, inseguridades pasadas o celos recaen en sus hijos que después deja a estos padres como asesinos con remordimiento que los atosiga por toda su vida y mas al saber a quién le arrebataron la vida  y a unos familiares que sienten impotencia, que se arrepienten y buscan los hubieras en el presente.