miércoles, 19 de enero de 2011

Trabajar Fuera de casa o no...

Muchas mujeres se integran al mercado laboral y cuando forman una familia, se enfrentan a la disyuntiva de seguir trabajando fuera de casa o dedicarse totalmente a su esposo e hijos. Mujer al Fin entrevisto una madre  que recientemente ha dejado su empleo para quedarse en casa ella es Maribel Hernández Hernández  ha ejercido como maestra de inglés en diferentes colegios.
Mujer al Fin: ¿Pensabas seguir trabajando cuando tuvieras hijos?
Maribel: No, desde que me casé estaba convencida de dejar de trabajar cuando llegaran los bebés
Mujer al Fin ¿Por qué seguiste trabajando una vez que nacieron tus hijos?
Maribel: En cuanto nacieron renuncié a mi trabajo para no tener la presión de regresar una vez que terminara la baja por maternidad. Pero cuando mi primer hijo fue a la guardería, se me presentó la oportunidad de trabajar en la misma escuela. Sucedió lo mismo con mi segunda hija. Además, tenía el deseo de volver a relacionarme con gente, sentía que llevaba mucho tiempo sin contacto con otros adultos. También me parecía muy atractivo recibir dinero extra.
Mujer al Fin: ¿Qué te gustaba más de tu trabajo fuera de casa?
Maribel: Tener una rutina que me exigiera arreglarme desde temprano y salir. Desconectarme unas horas del "rol de mamá" y conversar con más gente. Desempeñar mi profesión.
Mujer al Fin: ¿Qué era lo que más se te dificultaba cuando trabajabas fuera de casa?
Maribel:  Hacer la comida. Nunca he sido muy diestra para la cocina y llegaba a casa cansada y hambrienta. No tenía ánimos de preparar algo sofisticado, así que siempre cocinaba lo mismo. Sinceramente, con el pretexto del trabajo, también descuidé el quehacer de la casa.
Mujer al Fin: ¿Cómo decidiste dejar de trabajar y dedicarte completamente a tu casa?
Maribel: Se presentaron dos factores: mi instinto materno empezó a inquietarme, consideré dejar de trabajar para disfrutar al máximo los últimos años de infancia de mis hijos, ya que en cualquier momento buscarán mayor independencia. Por otro lado, las condiciones de trabajo se volvieron muy adversas, lo cual afectó mi estado de ánimo, lloraba a diario. Mi mente estaba cautiva tratando de resolver mi vida laboral.
Mujer al fin: ¿Ha sido fácil este cambio? ¿Por qué?
Maribel: ¡No! Ha sido un proceso difícil puesto que no planeaba hacerlo tan pronto. He llorado mucho, no por el trabajo en sí, sino por la manera cómo se dieron las cosas. En cuanto a lo demás, ha sido fácil estar en casa y pasar más tiempo con mis hijos.
Mujer al Fin: Qué es lo que más te gusta ahora que estás en casa?
Maribel: Disfruto muchísimo estar disponible para todos. He aprendido mucho leyendo. He ordenado muchas cosas tanto materiales como del alma. Este proceso me ha hecho madurar como mamá, esposa y persona, me ha hecho valorar cada etapa en la vida y verla desde otra perspectiva.

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