Mata más mujeres la violencia domestica, que el cáncer u otros accidentes
Empezó con una bofetada, después los golpes fueron más fuertes y constantes, hasta que un día su esposo la llevo al hospital gracias al maltrato impartido por él, y fue cuando al fin la mujer pidió ayuda.
Mujeres en el mismo caso se encuentran no solo en México sino en todo el mundo, sin querer admitir que están consientes que se encuentran en un juego violento. Es por eso que cada vez , los medios transmiten casos en donde el marido le perforó con cuchillo a su esposa; el que le provocó quemaduras de segundo y tercer grado; el que casi la deja en una silla de ruedas; el que la obligaba a vestir holgada, entre otros casos, pero acaso no se presume de tener una sociedad más abierta en donde la igualdad es válida y los derechos de todos, pues en realidad no pareciera que se ha mejorado y menos en la violencia, aquella que sigue intacta a través del tiempo. Es por eso que la violencia es un asunto que concierne a todos porque trasciende a la vida pública, al trabajo, al desarrollo integral de quien la sufre o la padece. No sólo lesiona a los más débiles: mujeres, niños, ancianos, discapacitados, sino a la misma sociedad.
El artículo 343 bis del Código Penal para el Distrito Federal considera como violencia el uso de la fuerza física o moral así como la comisión grave que se ejerce en contra de un miembro de la familia, por otro integrante de la misma, contra su integridad física, psíquica o ambas, independientemente de que pueda producir o no lesiones.
Actualmente los nuevos estudios que se han realizado al respecto, están acabando con el mito de que a mayor ignorancia mayor golpiza. Varones con estudios superiores, en ocasiones hasta con doctorados, no se comportan de la misma manera en su desarrollo profesional que en su casa; mujeres igualmente preparadas, a veces con puestos ejecutivos, son cautivas de la violencia en sus hogares. Son sometidas por los hombres, por su marido, pareja, hermano en donde habitualmente suelen insultar, humillar, avergonzar y maldecir a estas; a diferencia de aquel que lo hace de una forma aislada, los primeros lo hacen con el propósito de debilitar su autoestima y volverlas “más manejables”, mientras que los segundos lo hacen de una forma aislada incontrolada y sin un fin predeterminado.
Según algunas estadísticas, en México alrededor de dos millones de mujeres son golpeadas cada año por sus compañeros. La violencia conduce en muchas ocasiones a la muerte o al suicidio por no decir nada. A finales de los años setenta, cuando cobra auge el feminismo, es que empieza a salir a la luz pública la violencia doméstica como un problema de impacto social. En la década de los noventa se retoma como un objeto de estudio. El Centro de Investigación y Lucha contra la Violencia Doméstica (Cecovid) realiza por primera vez una investigación, la cual revela que un 33.5 por ciento de mujeres mayores de 15 años eran maltratadas y según datos del Banco Mundial, la violencia se ha convertido en la primera causa de muerte en mujeres productivas, más muertes de las que ocasiona el cáncer, los accidentes automovilísticos y el paludismo. Un fenómeno que solo en Estados Unidos hace perder a las empresas 100 millones de dólares anuales en salarios, licencia por enfermedad y productividad.
El Banco Interamericano de Desarrollo indica que uno de cada cinco días de ausencia en el trabajo, es producto de los golpes o vejaciones que sufren las mujeres.
En el país, 49 por ciento de los homicidios que se cometen contra las mujeres es a manos de su pareja; en tanto que 30 por ciento de quienes están casadas son forzadas por sus maridos a tener relaciones sexuales.
La Primera Encuesta Nacional sobre Violencia Intrafamiliar 1999, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), revela que uno de cada tres hogares del área metropolitana vive este tipo de violencia.
Martha Torres Falcón, investigadora del Colegio de México, coincide con las cifras anteriores al señalar en su ponencia Maternidad y Violencia que una de cada tres mujeres ha sido golpeada en su vida conyugal y de estas el 20 por ciento fue agredida con el vientre preñado.
De acuerdo con cifras de las Naciones Unidas, en nuestro país el 85.6 por ciento de los casos atendidos de violencia corresponden a maltrato hacia las mujeres. En la ciudad de México siete de cada 10 fueron agredidas por su esposo o ex esposo.
Entre tres y cuatro millones de mujeres son golpeadas anualmente en el mundo; una de cada seis son víctimas en países desarrollados y entre 25 y 50 por ciento de la población femenina mundial ha experimentado violencia doméstica.
Es tiempo de que se rompa el silencio y denunciar lo que perjudica no sólo a la familia sino a la sociedad. Hay que conocer los derechos para poder defenderse; hay que correr la voz de la existencia de los centros de apoyo. Hay que poner límites y decir ¡basta!, no más golpes, no más violaciones, se deben plantear nuevos métodos de educación, convivir hombres y mujeres pacíficamente, como iguales pero diferentes a la vez.